En Gaia sabemos el gran poder que tienen las historias para aprender, es por eso que hemos creado una serie de cuentos que nos sirven para enseñar conceptos o animar hacia una busqueda.

 

Aquí los puedes leer.

 

Si estas interesado en que te contemos estas historias invitanos a tu colegio.

LA SINFONIA DEL BOSQUE

No muy lejos de aquí había un bosque donde todo aquel que entraba se quedaba embrujado por la hermosa sinfonía que armaban todos los habitantes y los elementos del bosque Allí en esa sinfonía estaba la lluvia que al golpear sobre las hojas hacia un sonido como dedos tamborileando en las palmas de la mano. La quebrada también aportaba al ritmo con sus borboritantes aguas saltando de piedra en piedra. De la melodía se encargaban las flautas desde las más agudas a las más graves, que venían del sonido del viento en los guaduales. Fraseos hermosos venían de los pájaros compases de hermosos colores sonaban con su huju… huju entre las parejas que iban en crescendo y finalizaban con el clic, clic, como de chasquidos de lengua. Ese sonido de las sinfonías estaba formado también por la algarabía de las loras que al volar gritaban; me caigo, me caigo. Otra parte de la sinfonía la proporcionaban los “bichojues”, que con su canto dejaban saber su presencia amarilla y negra. Desde arriba de los arboles justo nadando en las copas encharcadas formadas por las bromélias cantaban las ranas verdes con su sonido Ranac, Ranac, Ranac, que solo se silenciaban cuando aparecía la culebra verde que se alimentaba de ellas. También aquí esos silencios acentuaban y hacían más importante la sinfonía del bosque. Allí desde el oscuro y húmedo suelo del bosque, se escuchaba el rítmico, agudo y casi imposible de ubicar canto cr,icri, de los grillos. Y caminando pesado por el suelo de ese bosque y aportando el sonido del bajo, estaba el oso de anteojos. Que emitía sus sonidos graves entre comida y comida diciéndole a todos. Groan…“Aquí voy” mientras iba dejando un rastro de bromélias desechadas después de habérseles comido los corazones, pura y deliciosa comida de osos. Los que jamás quedaban enamorados del bosque eran los cazadores, pues entraban armados y cuando esto sucedía el bosque se quedaba en silencio. Un día, un cazador supo que alguien había dicho a otro, que había escuchado de un primo, quien a su vez lo oyó al pasar cerca de un grupo que conversaba, que un señor con mucho dinero había dicho que “pagaría muy bien por un oso”. Con solo esa noticia el cazador entro al bosque, siguió la pista de bromélias destrozadas y mato al oso de anteojos. Que más que oso resulto osa y le fue fácil recoger sus pequeñas crías y echarlas en un saco. Uno de los oseznos murió aplastado por el peso de su hermano, el otro fue decomisado y hoy está sobreviviendo en un zoológico. Se acuerdan que dije que no muy lejos de aquí había un bosque, se dieron cuenta que dije había? Quieren saber que le paso al bosque? Como ya no hubo quien se comiera el exceso de bromélias, ellas acumularon mucha agua y con su peso, las ramas de los árboles se quebraron y ya no hubo sitio para que vivieran, ni ranas , ni serpientes come ranas, ni hubo alimentos para que comieran o sitios para que anidaran los animales del bosque. Dicen que ahora, donde antes fue un bosque, hay solo un pastizal y un músico loco, al cual su médico le ha dicho que si escuchara tan solo un poquito de la sinfonía del bosque, volvería a estar sano.

EL ÁRBOL DE LAS HISTORIAS

Hubo hace un tiempo, cerca de aquí un árbol, que por no dar, ni flores ni frutas, su dueño un granjero, lo quería cortar. Creía que sería más productivo sembrar allí unos tomates o unas lechugas y hasta unas flores que pudiera vender.

El granjero no sabía que ese era un árbol muy especial, único en el mundo, era el árbol de las historias.

En sus hojas aparecían escritos los más bellos cuentos que alguien hubiera visto o leído. Era como si el árbol pudiera recoger los mejores sueños y recuerdos de la gente.

De ese árbol salieron cuentos como los granos de sol, los verdaderos colores del arco iris, la luna sangrante, el hombre que se preguntaba, las trece rocas del reino y muchos otros cuentos que seguro ustedes quieren conocer o ya conocen.

Lo malo, es que no todo el mundo los puede leer, pues hay que tener mucha paciencia. Solo los que la tienen son capaces de esperar que las hojas caigan por si mismas del árbol. Pues si se arrancan antes de tiempo las historias están biches y no se pueden leer. Tampoco se pueden dejar caer al suelo pues los descomponedores como las bacterias, los hongos, las cucarachas, los cucarrones atacan inmediatamente las hojas de las historias y hacen desaparecer como por encanto las letras más gordas y así tampoco se pueden leer las historias.

Por supuesto este granjero no tenía el don de la paciencia y jamás había podido leer alguna de esas bellas historias. Así que un día decidió cortarlo. Para hacerlo afilo muy bien su hacha y se dirigió al árbol ensayando bien donde pegaría el golpe para derribar el árbol de un solo tajo. Tomo todo el impulso y levanto el hacha con todas sus fuerzas. Cuando se escuchó el golpe en el árbol, le pareció raro. Sonaba como madera contra madera y así había sido no metal contra tronco como esperaba. Del hacha entera que había subido, solo quedaba el mango y era eso lo que había golpeado el tronco. Pero que se había hecho el metal del hacha? Volteo a mirar hacia arriba y el hacha que se había desencabado y volado por los aires, en ese instante le cayó en plena en la cabeza, dejándolo completamente noqueado y en el suelo.

 

Allí habría acabado la historia del pobre granjero. Pero por aquello del subir y del bajar, el metal del hacha no le había pegado por la parte del filo, sino por la parte que debería llevar el cabo, la parte redonda. Por eso se salvó y solo se quedó como dormido. Fue allí que ocurrió la magia bailaron frente a sus ojos las hojas del árbol y pudo al fin ver en ellas miles y miles de historias que aún no se habían contado. Cuando despertó ya no quiso cortarlo jamás y aprendió a tener la paciencia para recoger las hojas de las historias en el aire. Dicen por ahí que hasta famoso se volvió y ya no solo vende frutas y verduras de su granja, sino que al que quiere y tiene la paciencia de escucharlo, le cuenta una historia nueva.

Si no me lo creen mejor. Lo único que tienen que hacer, es buscar el árbol de las historias, sentarse bajo su sombra, esperar con paciencia a que caigan las hojas y atraparlas antes de que toquen el suelo. Así les llegaran por el aire las historias.

 

LOS VERDADEROS COLORES DEL ARCO IRIS

Un día a un profesor, con muy buenas intenciones, se le ocurrió pedir de tarea;  un dibujo de undel arco iris, uno de los niños se puso feliz porque al fin podría darle uso a sus 1643 colores que le habían regalado en su cumpleaños. Otro en cambio se puso muy triste, pues de su caja de 6 colores que le habían dado al comienzo del año, solo le quedaba el color café y un arco iris de color café no le parecía nada bonito.

Con su tristeza el niño de la caja de 6 colores llego a su casa  pensando en cómo cumplir con su tarea. Se puso a mirar por la ventana y vio a un hermoso pájaro de 7 colores. Sin pensarlo le pregunto de viva voz “Huy pájaro…de donde sacaste esos hermosos colores “despuésse sintió un poco tonto y dijo“como si los pájaros pudieran contestar”.

De inmediato el pájaro salto a un tulipán con hermosas flores de color naranja, después bajo vertiginoso sobre unas veraneras de color morado, después voló hacia unas azulinas que hacían honor a su nombre.Después lo vio restregándose en los pétalos rojísimos de una cayena a la cual, otros llaman San Joaquín y así visito la inmensa cantidad de flores que circundaban su casa. El niño se quedó pensando. ¿Será que el pájaro me esta contestado? Salió a recolectar todos los pétalos caídos de las flores, para experimentar con ellos, al esparcir el pétalo estrujado en el papel ocurrió la magia. Los colores quedaban impregnados y en pocos minutos algunos de ellos se transformaban del color original dando como resultado colores insospechados, mientras  otros permanecían iguales. Además cuando se mezclaban unos con los otros, aparecían colores nuevos, ahí estaban los verdaderos colores del arco iris.

Cuando los estudiantes fueron a entregar su tarea, aquel niño de los 1643 colores estaba algo enfadado pues solo le alcanzo el espacio para usar 43 colores. Cuando el profesor recibió la tarea del niño que no tenía sino el color café y había experimentado con los pétalos de las flores el profesor vio esos hermosos e inesperados colores…luego cerró los ojos y se acercó la hoja a la nariz y le dijo al niño. Muchas gracias por esta tarea,es la más hermosa que he recibido, con ella además de los hermosos colores, me trajiste a la memoria los deliciosos los olores de mi tierra.

 

LAS TRECE ROCAS DEL REINO O EL REY FURIOSO

Esta es la historia de un rey que era furioso, tan furioso que se decía que mandaría a cortar la cabeza de aquel que osara  mirarle a la cara

Por supuesto cada vez que salía a la calle el cortejo real todos se arrodillaban y bajaban la mirada al piso mientras el cortejo pasaba. Adelante iba  el rey, detrás la reina y siguiéndola venia la princesa más triste del universo, pues jamás había podido ver alguna sonrisa de una persona.

Un día llego a ese reino un joven extranjero que no conocía esa ley  y sin prestarle atención miró a la cara a la princesa cuando pasaba el cortejo del rey. Tal escándalo de amor armaron sus ojos al mirarse que el rey se volteó y dijo que le corten la cabeza. La princesa corrió a arrodillarse frente a su padre y le dijo “como vas a cortarle la cabeza al padre de tus futuros nietos”. El rey se rasco la cabeza y llamó a su consejero. Que hacemos, le pregunto. El consejero le dijo pongámosle una prueba imposible de cumplir…. Haber humm. Ya sé. Que traiga en una pequeña tabla la muestra de las trece rocas diferentes de todo el reino.

La transparente como el agua, la azul como el cielo, la negra como la noche, la amarilla como el oro, la verde como la jungla, la blanca como la leche, otra roca roja como la sangre, la roca que parece de sal y pimienta, otra roca plana como una moneda, La roca  de rayas que parece como el tigre, Otra roca de dos colores, Una roca más difícil de  tres colores y por último aquella  que guarda hojas o animales en relieve.  Eso sí  que sea rápido siendo ahora las doce del día debían ser traídas antes de las seis de la tarde. De lo contrario se le cortará la cabeza.

Recorrer todo el reino en menos de medio día era imposible pero era mejor intentarlo pues el premio sería la princesa y el castigo si no lo cumplía era algo incómodo, eso de estar por ahí sin cabeza. Cabalgó y consiguió la mitad de las rocas recorriendo la mitad  reino pero ya no quedaba tiempo y no pudo evitar llorar frente al río. Al hacerlo pudo ver el fondo. Vio que allí estaban todas las rocas que le habían puesto como tarea imposible. El río había recorrido por el  reino y era el resumen de la geología del todo el territorio. Las sacó y pegó en la tabla, mostró cumplida su tarea y recibió su premio. Conservo su cabeza y se casó con la princesa, decidió volverse geólogo y supo cómo traerle prosperidad a su pueblo, el cual a partir de ahí pudo mirar de frente y a la cara al rey pues  este dejó de ser furioso ahora que vivían  para siempre  en la abundancia.

ERAN LAS DOCE DEL MEDIO DÍA

Eran las doce del mediodía y en aquella ciudad nadie, nadie se había levantado. Para poder entender lo sucedido hay que devolver el tiempo.

Tres meses atrás  los chicos vecinos de esa ciudad habían reinventado las caucheras o resorteras y con ellas habían comenzado a hacer concursos de puntería. Ahí fue cuando comenzaron tirándole a los…….….Letreros y desde bien lejos. Al principio las piedras pasaban por arriba, por debajo, por un lado, o por el otro. Pero después con la práctica comenzaron algunos a pegarle. La manera de comprobar que le habían pegado al letrero era el sonido metálico del letrero, que se escuchaba digamos como un fuerte “plunk” esa era su señal de éxito. Cuando todos lograron su plunk contra el letrero, se aburrieron y decidieron buscar otro blanco, que además fuera móvil, para hacerlo más difícil.  En ese momento fue que pensaron en tirarle a…….

…..Las vacas animales grandes y tranquilos que no dejan aproximarse mucho a la gente. Al principio el tiro les pasaba por arriba por debajo, por un lado o por el otro y las vacas apenas si se movían pero cuando atinaban y le pegaban con los proyectiles de las caucheras, las vacas demostraban bien que les habían pegado. Un Muuu…un mugido fuerte y una corta carrera era la señal de haber acertado. Al principio pocos le dieron al blanco y negro de sus pieles, pero después con la practica pegaban desde distancias cada vez mayores, pues las vacas aprendieron a escapar de los muchachos y ellos se aburrieron de perseguirlas. Ahí fue donde decidieron tirarle a los…….…..

Perros que siendo más pequeños y más móviles  eran un objetivo muy difícil. Al principio los perros solo oyeron los zumbidos de las piedras pasaban, unas por arriba, otras por debajo las demás por un lado, o por el otro y solo algunos cuantos atinaron en los cuerpos de los perros. Un aullido fuerte y una carrera con el rabo entre las piernas era testigo fiel de haber acertado. Con el tiempo estos muchachos  mejoraron la puntería hasta que todos obtuvieron su aullido de perro como prueba.  Pero como los perros corrían a refugiarse cada vez que veían a los chicos acercarse se aburrieron de los perros y ahí fue que decidieron tirarle a los……..…..

Gatos lo cual era muy difícil no solo por el menor tamaño de estos  felinos, también por sus hábitos de caminar por los tejados y de esa manera siempre estaba el peligro de quebrar tejas o un vidrio y allí si la carrera era de los chicos a esconderse. Al principio las piedras les pasaban por un lado por el otro por arriba, por abajo y solo algunos atinaban al gato. La prueba de haber acertado era esa mueca entre dolor y pánico que hacen los gatos  estirando como alambres los pelos arqueando la espalda para parecer más grandes y ese sonido como GRRRRR y ojos como desorbitados. Cuando todos le atinaron a los gato y se aburrieron de correr a esconderse de las señoras reclamando por sus tejas o sus vidrios fue cuando decidieron tirarle a los…..

…..Pájaros, lo cual era muy difícil pues eran unos blancos muy pequeños y muy móviles. Al principio las piedras pasaban por arriba, por abajo por un lado y por el otro, pero cuando les pegaban, el único testigo de haber atinado no era un sonido o un escape, era el cuerpo muerto de un  pajarito. Tanto y tanto cazaron pájaros estos chicos que tres meses después sucedió aquello que dije al comienzo.

Eran las doce del mediodía y en aquella ciudad nadie, nadie, se había levantado. Ni siquiera el sol, pues no hubo pájaros que le cantaran al astro rey para avisarle que el día debía haber comenzado.

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